jueves, 17 de noviembre de 2011
GREEN BOTTLE
La huella de carbono de una botella de plástico también es mucho mayor que la de papel. Esta última puede reciclarse hasta 7 veces mientras que la primera solo puede pasar una vez por la planta de reciclaje. Una vez inservible, o en caso de no ser reciclado, el papel se descompone en la naturaleza. El plástico, fuera de la planta de tratamientos de residuos, va a la sopa.
El precio de producción de una botella de papel es idéntico al de una botella de plástico. La maquinaria actual produce 50 envases al minuto y, por el momento, se fabrican en Turquía aunque el fundador de la compañía dijo a The Guardian que planea abrir una planta en Cornwall y, además, pretende producir una nueva generación de botellas de papel para compañías de detergentes o champú.
Para el fundador de la compañía, el éxito de GreenBottle es “una lección para el Reino Unido”, según dice en un comunicado. “A pesar de la depresión económica, estamos mostrando que es perfectamente posible triunfar si eres una compañía pequeña con una gran idea, una tecnología mejor y si estás preparado para salir y hablar con los inversores adecuados. Nosotros no hemos tenido apoyo de ningún banco pero eso no nos ha impedido seguir adelante. Si la idea es lo suficientemente potente, encontrarás la inversión seguro en alguna parte”.
GreenBottle asegura que el Reino Unido ve cada día 15 millones de botellas de plástico que acaban en la basura. Una cifra que, al cabo del año, se acaba convirtiendo en 275.000 toneladas de plástico, según la BBC. Por cada hogar pasan una media de 500 botellas de plástico al año y de ellas solo 130 se reciclan. En Europa, solo el 2,5% de los envases de plástico se reciclan, según GreenBottle. El resto, las que no pasan por las plantas de reciclaje, tardarán hasta cinco siglos en descomponerse.
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